Cómo quitar el óxido: Cuatro maneras convenientemente fáciles

Si tienes algunas herramientas de metal oxidadas como alicates, palas, etc., no salgas a comprar otras nuevas. Las que tienes sólo necesitan un poco de cariño. Y resulta que probablemente ya tienes exactamente lo que necesitas para que esas herramientas oxidadas queden como nuevas. Aquí hay cuatro formas fáciles y convenientes de quitar el óxido del metal:
1. Quitar el óxido del metal con vinagre blanco.
¿Hay algo que estas cosas no puedan hacer? Si no eres un comprador habitual de vinagre blanco, deberías serlo. Tiene demasiados usos prácticos para sus aventuras de limpieza doméstica. En cuanto a la eliminación del óxido, el vinagre blanco podría ser su apuesta más accesible y consistente.
Ponga sus alicates de metal oxidado en un recipiente de vinagre blanco para unos pocos y raspe fácilmente la deteriorada corteza marrón. Sus alicates deberían verse como nuevos. Si está tratando de quitar el óxido de un objeto de metal más grande como una pala, vierta directamente sobre el área oxidada con vinagre blanco, dele un tiempo adecuado para que se asiente y frote la pala con un paño.
Si no quiere fregar tanto, puede dejar su objeto metálico oxidado en una solución de vinagre durante 24 horas, y ver cómo el óxido degradante simplemente se limpia.
Pro-tip: Es mejor no usar trapos de color blanco cuando se trata de la oxidación. El óxido es propenso a permanecer en los textiles de colores claros.
2. La cal y la sal es un truco fácil para quitar el óxido.
No, esto no es una receta de margarita. Es una forma sencilla y conveniente de quitar el óxido resistente.
Cubrir el objeto oxidado con sal, exprimir el jugo de lima (cuanto más, mejor) sobre la sal y dejar que la mezcla se asiente durante unas horas antes de eliminar el óxido.
Pro-tip: Si usas la corteza de la cal, limpiará el óxido sin dañar el metal. También le ahorra el problema de tener que limpiar un trapo manchado más tarde.
3. Quitar el óxido de los objetos metálicos con pasta de bicarbonato de sodio.
Uno de los clásicos de la limpieza es la pasta de agua y bicarbonato de sodio. Haga una mezcla espesa de bicarbonato de sodio y agua, cubra bien el metal oxidado con la pasta y deje que la solución se asiente durante unas horas. Al raspar el óxido, los mejores resultados se han visto cuando se usa un cepillo de dientes viejo. Esta es una forma conveniente y barata de eliminar incluso los daños más difíciles del óxido.
4. Quitar el óxido con patatas y espuma: patatas y jabón para platos.
Esto puede sonar como algo raro, pero en realidad funciona! Corta una patata por la mitad, sumerge la mitad en detergente para platos, pon el detergente cubierto sobre el área de metal oxidado, y déjalo ahí durante unas horas. Las patatas y la espuma crean una reacción química con el óxido que levanta la mugre marrón corrosiva para ser limpiada fácilmente.
*Esto puede requerir unos cuantos intentos para asegurar que todo el óxido se ha eliminado, pero es una forma muy divertida y fácil de limpiar sus herramientas sin ensuciar nada.
Siga estos pasos convenientes y fáciles, y sabrá exactamente cómo eliminar fácilmente incluso las manchas de óxido más difíciles. Para leer más consejos y guías de Handy, haga clic aquí. Gracias por leer, y feliz limpieza!